Este podría parecer un titular sensacionalista, pero no lo es. No es que se haya decidido cambiar la advocación religiosa de la iglesia del pueblo, dedicada al mártir niño al menos desde el siglo XIII. Tampoco se trata de que este año se hayan suspendido las fiestas del pueblo del próximo mes de junio. Ni nos han robado de la iglesia la entrañable imagen del Santo patrón. No, no es nada de eso.
Lo que ha ocurrido, eso sí es cierto, es que dicha imagen de San Pelayo ha salido del pueblo por vez primera para ser trasladada temporalmente a los Taller de Arte Sacro de la Catedral de Palencia para ser restaurada.